Producción Limpia y Manejo del Cannabis Medicinal en el Ecuador - parte 1
En este blog se resumirán las diferentes prácticas que se deben desarrollar en la producción limpia del cultivo de cannabis medicinal, bajo condiciones controladas en invernadero. En el blog Producción Limpia de Alimentos en el Ecuador, se expuso el concepto y la filosofía de una producción limpia de cultivos. Próximamente presentaremos un webinar sobre el manejo y producción limpia de cannabis, desde ya están cordialmente invitados.
Se han determinado 6 fases del cultivo de cannabis con la finalidad de ir atendiéndolo paso a paso en las labores de riego, fertilización, prevención de plagas y enfermedades hasta llegar a la cosecha. Cada fase es igual de importante que la siguiente o la anterior. Por lo cual requerimos realizar prácticas responsables donde la prevención y la limpieza prevalecen sobre todo.
Fase de Germinación
Todo se inicia con la germinación de las semillas que han sido escogidas por usted, las que deberán ser germinadas adecuadamente, en un área con control de humedad y temperatura o en un vivero profesional de producción de plántulas.
Los envases para la germinación deberán tener un volumen mínimo de 1000 cm3, para poder colocar la mezcla de suelo y sustrato orgánico, previamente preparada en la finca o adquirida en algún mercado local. Que deben ser desinfectados con anterioridad.
La técnica que nosotros utilizamos es con el uso del agua de riego con ozono. Una técnica nueva que está dando magníficos resultados. En esta fase en las primeras dos semanas, si no han germinado todas las semillas es tiempo de reponerlas. El tiempo aproximado para que las plantas estén listas para el trasplante es de 4 a 5 semanas, dependiendo de las condiciones de humedad y temperatura que se les proporcione a las plántulas ya germinadas.
Una vez que las plantas hayan alcanzado un grado de robustez adecuado, tanto a nivel radicular como en el área foliar, estarán listas para pasar a la siguiente fase, que es el trasplante a sitio definitivo.
Fase de Trasplante hasta inicio de Crecimiento
Para iniciar esta fase, se requiere que el sitio donde van a realizar el trasplante, esté completamente listo. De acuerdo a las indicaciones dadas por el laboratorio donde se realizaron los análisis de suelo y de los componentes del sustrato orgánico. El técnico establecerá un balance entre los principales cationes o iones de carga positiva, en relación a la capacidad de intercambio catiónico efectiva (CICE), para poder establecer las dosis de fertilización que deben ser aplicadas y luego mezcladas con el suelo y sustrato. Al momento de levantar las camas o platabandas de 15 a 20 cm de alto; la fertilización edáfica debe corresponder al 70% de la fertilización total por ciclo. En esta etapa, luego de humedecer el suelo hasta el punto de capacidad de campo (1/3 de atmósfera), valiéndose de las lecturas de los tensiómetros, previamente calibradas. Seguido este proceso es fundamental medir el pH que debe estar en el rango de 6 a 6,5 y la conductividad eléctrica en el rango de 1 a 1,5 dS/m.
Los fertilizantes a ser aplicados en esta fase son principalmente los fosforados y potásicos, para asegurar el buen crecimiento de las raíces. Si el análisis determina algún grado de deficiencia de calcio y magnesio esta es la fase para ser incorporados en forma de una cal dolomita, la que ayudará a corregir cualquier grado de acidez, si es que existe alguno.
La instalación de las cintas de goteo se debe realizar al término de la preparación del suelo. Existen dos formas de instalar la cinta, una es sobre la superficie y la otra enterrada a 5 cm de profundidad con los goteros mirando hacia abajo, esto permite realizar un riego más uniforme y un aumento en la vida útil de la cinta. El suelo brinda protección de los rayos solares y esta práctica ya ha sido comprobada con varias tesis de grado que hemos asesorado y verificado durante los últimos años como parte de nuestra investigación constante en el campo agrícola.
Una vez que el suelo haya alcanzado una humedad manejable, se procede a realizar pequeños huecos donde calcen los pilones en forma cómoda, para luego brindar un ajuste extra con los dedos. De esta manera logramos un perfecto contacto de los poros del suelo con las raíces de los pilones. La ubicación de las plantas se recomienda hacer en una sola línea a una distancia de 80 a 100 cm de distancia entre ellas, dependiendo de la variedad o clon a ser utilizado, para lograr la amplitud necesaria para su manejo durante su crecimiento.
En el próximo blog hablaremos de las fases de crecimiento hasta antes de la floración, fase de desarrollo vegetativo y formación floral, lavado de raíces y cosecha.